Tal y como se aprobó en sesión plenaria extraordinaria y urgente, ayer se inició el traspaso del control y explotación de la red de agua potable de Gata por parte de la antigua concesionaria Aquagest Levante S.A. a la empresa municipal Solgata S.A., que a partir de ahora asume la gestión. Se establece así un plazo de un mes para cumplir las obligaciones de entrega de los bienes municipales afectados al servicio y de la documentación necesaria y comprobar el correcto funcionamiento de todas las instalaciones que asegure la continuidad del servicio
La pasada semana se realizó un pleno de urgencia ya que la concesión finalizaba el día 11 de marzo. En la sesión, se aprobó la extinción de la concesión de Aquagest y la encomienda de la agua potable municipal y red de alcantarillado a la empresa pública Solgata con los votos a favor de los seis concejales del grupo municipal PP y dos concejales del grupo municipal del Bloc, Matias Monfort y Magda Mengual, y la abstención del concejal Joanvi Vallés y del grupo del PSPV.
El regidor popular Guillermo Cholbi argumentó que la decisión venía motivada por la subida de tarifas de almenos un 40% que los posibles concesionarios habían anunciado que harían. Aseguró que consideraban que era posible la continuidad y la buena prestación del servicio.
El concejal del PSPV, Vicente Pinar justificó su voto alegando que no tenían la suficiente información por saber si quedaba asegurada la correcta prestación del servicio y eran más partidarios de convocar un concurso público.
Matias Monfort, portavoz del Bloc, explicó que a pesar de compartir los mismos temores que el grupo socialista se decantaba por la sociedad municipal ya que le hacía más miedo los precios y tarifas que deberían pagar los usuarios con una empresa privada.